El mundo, tal y como lo conocemos actualmente, necesita producir, gestionar y almacenar una enorme cantidad de información en todo momento. Hasta hace algunos años atrás, esta gestión era llevada a cabo por personas. La propuesta del "BlockChain" fue que el trabajo sea llevado a cabo por otros tipos de seres, incorruptibles, eficaces y cada vez más veloces: las computadoras.
¿Por qué queremos que BlockChain funcione?
Más allá de un sentido economicista, en el cual ponemos a trabajar nuestra capacidad computacional a cambio de una retribución, la criptomoneda, necesaria para que el sistema funcione. Encontramos algo más que trasciende dicho sistema, y éste es el propósito que persigue.
A lo largo de la historia de la humanidad, en las sociedades, siempre se tuvieron que centralizar los procesos y el poder, con la finalidad de generar confianza entre los pueblos. Hoy, esta tecnología nos permite empezar a pensar en una sociedad descentralizada, en una en la que se nos permita volver a conectarnos nuevamente. La BlockChain, nos permite realizar transacciones entre nosotros, entre personas, de forma directa, quitando a intermediarios del medio. Nos reúne a todos para crear y compartir valor de forma colaborativa y comunitaria.
Economía orientada a objetos (propósitos)
La emisión monetaria sin sentido, justamente ese dinero que nos motiva, que mueve y motoriza a la sociedad, carece de contenido. ¿Por qué? Pensemos en cómo se emite hoy. Los estados poseen la potestad de imprimir dinero a través de un banco central y políticas económicas. Deciden la cantidad de billetes que tiene que haber, tratando de aproximarla a la realidad. Esto genera que, primero se produzca el dinero y luego el valor. Es entonces donde empezamos a cambiar el foco de atención. El dinero, que tiene que ser un medio para un fin, se convierte en un fin en sí mismo. Individuos, empresas y estados persiguen el dinero, imaginando que los llevará a algún buen final.
El banco mundial, en el año 2016, alertó a todos que existe una gran posibilidad de que cerca del 80% de los empleos que hoy realizamos, desaparezcan en los años venideros a manos de la inteligencia artificial, la robótica y la automatización de procesos. Es decir que el centro de nuestras vidas, el trabajo, no estará más. Entonces, ¿Qué hacemos? Yo pienso que esta crisis es una gran oportunidad si logramos emitir el dinero de manera inversa. Primero creamos el valor y luego, como consecuencia de éste, obtenemos el dinero. De esta manera democratizamos la economía, la descentralizamos en nosotros, las personas, en base al valor que producimos para nosotros y para la sociedad. Y es en este punto donde la BlockChain nos puede dar una mano. Recordemos que el propósito de ésta es el conectarnos para crear y compartir valor, generando confianza, es decir, un objeto fuerte y una recompensa en dinero. En la actualidad existen curiosas monedas con objetivos distintos.
La moneda de la salud o "Healtcoin", se obtiene a través de mantenernos sanos, por medio de una app y una pulsera que mide el nivel de glucosa en sangre, y a partir de ello emite la moneda. Otra es la moneda de la energía solar o "Solarcoin", que se emite generando energía solar en casa, y qué mejor propósito que combatir el cambio climático y reducir el CO2. Entonces, quizás estas nuevas búsquedas y generación de valor e ingresos sean nuestros futuros empleos.
La internet en la década del 90' descentralizó el acceso a la información. Hoy, estamos a un solo clic de acceder a cualquier conocimiento. La BlockChain hará que busquemos, encontremos y apliquemos objetos (propósitos) de un solo clic. Y esto es sumamente importante, ya que no existe mayor pobreza y escasez que la de no tener propósitos que, en definitiva, le dan sentido a nuestras vidas.
"Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo" - José Ortega y Gasset.
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